Lo que caracteriza a una persona que padece de anorexia es un rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal, este valor “normal” es dado por la medicina. Hay parámetros que tienen que ver con diferentes tallas y medidas, las cuales no están dadas al azar.
También la anorexia se caracteriza por un temor intenso a engordar, puede ser que médicamente la persona esté bien en su peso, pero sigue viéndose como “gorda” o fuera de su peso esperado. La imagen que ella “cree” que tiene de sí es lo que le permite valorarse y relacionarse con los demás, si no le gusta lo que ve frente al espejo, esto seguramente le traerá fuertes restricciones a sus hábitos de alimentación, y de reducción de peso.
Las personas deberíamos de entender que hay cuerpos distintos, no es necesario que todos tengan las mismas formas, el mismo color de pelo e inclusive el mismo tamaño de ciertas partes del cuerpo. Es un engaño pensar que “lo bello” sea un molde al que hay que llegar y copiar necesariamente.
Es importante tener un pensamiento crítico en cuanto a ideales de belleza, y aprender a separarnos del ideal del mundo, el cual tiene distintas culturas. Es necesario encontrarnos con el ideal que tiene la Palabra de Dios.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
En las escrituras podemos leer acerca de la mujer como un vaso frágil, como un ser amado, valorado y respetado por Dios, por ello debemos apreciar y considerar otras cualidades de la mujer, no sólo la belleza exterior, sino la interior y todo lo que ello implica, la exterior es pasajera y se esfuma rápidamente.
Sabemos que ciertas dietas son necesarias por cuidados específicos en la salud, pero en este trastorno las dietas tienen el fin de reducir el peso por una cuestión estética, por ello también es bueno la educación sobre los efectos adversos de las dietas y realizar necesariamente una consulta con un nutricionista para una orientación correcta en este tema.
El punto clave en las personas con este trastorno es que en realidad la persona anoréxica no se ve aceptada por como “cree “que ella se ve.
Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado…
Efesios 1:6
Y la realidad es que no somos aceptados por lo que hacemos, la aceptación la logró Cristo en la cruz del Calvario, no podemos hacer nada para ser aceptados, nunca estaríamos a la altura, la aceptación debe venir dada simplemente por quienes somos, no por lo que hacemos, o a quien nos parecemos o incluso como lucimos.
Tampoco se ve a la altura de los demás, posee una baja autoestima, se ve como menos que las demás personas, y para sentirse segura y aceptada cree que con un peso “ideal”, que nunca llega, será aceptada por los otros.
Otra manera de sentirse aceptada y valorada es seguir la moda que este mundo impone, moda que es sumamente pasajera, que va y viene, pero a la que muchas veces es tan difícil de llegar porque tiene estándares muy altos, y cuando se logra llegar se pasa a algo nuevo.
El pedido de las Escrituras no es a tomar la forma de este mundo, ya que no somos de este mundo.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Es interesante pensar que la persona con este trastorno utiliza el alimento para lograr ser aceptada, en cambio en la biblia se habla del alimento como un instrumento para dar gloria a Dios, la verdad es que todo lo que hacemos debería dar gloria a Dios, más allá de la alimentación.
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios
1 Corintios 10:31.
Tanto el alimento, como otras cosas que hacemos deben dar gloria a Dios, porque nuestro accionar y nuestra conducta van a dar un mensaje de quienes somos.
Hablar de anorexia, es hablar de un trastorno, de una enfermedad, no todas las personas que se cuidan en las comidas, que hacen dietas, o que poseen baja autoestima, van a derivar en este tipo de enfermedad, ya que tienen que darse alguna serie de factores, lo que sí es para destacar es que Dios nos pide que todo lo que hagamos sea hecho para dar gloria a Dios, que eso que hago de testimonio que Dios existe, creo que este pasaje se aplica no sólo para aquellas que lidian con este tipo de enfermedad u otros trastornos alimentarios, sino para las personas en general.
Entonces, el llamado de atención es a donde creemos que está lo exitoso de la vida,
¿Está en el aspecto exterior? ¿En un buen empleo? ¿En una carrera lograda? ¿En la delgadez de nuestro cuerpo? Si bien la persona con anorexia lo canaliza en no comer, y ahí se desarrolla el transitar de su vida, otros lo canalizan por otras vías.
Y el punto final de análisis es en quién tengo mi satisfacción, en quien o que tengo la realización plena de mi vida.
No es necesario llegar a un trastorno de la alimentación para darnos cuenta donde se encuentra nuestro contentamiento, cuáles son los objetos y objetivos para lograr nuestra felicidad, que hacemos para sentirnos aprobados y aceptados por los demás.
Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.
Cantares 7:10
Que podamos aprender a dejar de lado nuestro contentamiento, nuestras búsquedas de placer y que realmente podamos decir y vivir, que Cristo tiene su contentamiento en mí, dejando de buscar en lo pasajero que ofrece este mundo.
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